jueves, 24 de enero de 2008

Unas "células del Partido Comunista" piden la ilegalización de PCE






Ante el Ministerio del Interior fue presentado ayer un escrito en el que se pide se prive del nombre de Partido Comunista de España (PCE) a la asociación política cuyo secretario general es Santiago Carrillo, y en su lugar se reconozca al partido legalizado con el mismo nombre en 1931. Los firmantes del escrito, que se presentaron ayer a la prensa como militantes del PCE organizados en células, entienden que el partido de Carrillo no tiene ligazón jurídica con el Partido Comunista tradicional, y se consideran marginados por Carrillo.El escrito está firmado por antiguos militantes comunistas, algunos de ellos cuadros y dirigentes de CC OO, quienes entienden que el PCE actual usurpa el nombre que tiene, ya que los estatutos en base a los que fue legalizado en 1977 no se corresponden con los del octavo congreso comunista, que son los que el PCE tenía aprobados a la sazón. Al mismo tiempo, afirman que el PCE legalizado en 1931, y después proscrito por el franquismo, ha vuelto a ser legal como tal al ser derogadas las leyes franquistas.

Los firmantes del escrito se presentaron ayer ante los periodistas en el Club Internacional de Prensa, de Madrid. Los presentes -Emilio Rincón, José Satué, Arón Cohen, Manuel Moral, entre otros- acusaron a Santiago Carrillo de «engaño, deshonestidad e indignidad» para con los militantes del PCE, así como de alinearse con las posiciones imperialistas en asuntos internacionales. Destacaron como determinante en la salida a la luz de las células que ellos representan la posición del PCE respecto a Afganistán.

«No somos muchos», dijeron sus representantes, «pero tenemos una gran fuerza en bastantes sitios: Asturias, Aragón (donde más de cuarenta pueblos no siguen la disciplina de Carrillo), País Valenciano, Andalucía oriental y Canarias.» Precisamente estaba en la conferencia de prensa Fernando Sagaseta, diputado de Unión del Pueblo Canario, invitado para apoyar con su presencia el acto, según explicó.

Los conferenciantes negaron cualquier relación orgánica con grupos escindidos del PCE por posiciones prosoviéticas, como el PCE (VIII y IX Congresos), de Eduardo García, o el Partido Comunista Obrero Español (PCOE),

Según explicaron, «numerosísimos militantes» de base del PCE conectan con sus posiciones e incluso en el último pleno del Comité Central -donde se condenó la actuación de la URSS en Afganistán- se produjeron enfrentamientos.

Las «células del Partido Comunista», según informaron a EL PAÍS fuentes del PCE, nacieron como un movimiento fraccional clandestino dentro del partido, que se distingue por su prosovietismo. Afectaría aproximadamente a un 2% ó 3% de las agrupaciones.

el país,04/03/1980

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