domingo, 27 de enero de 2008

El PCE(ml), ante las elecciones


La presentación del PCEml a las elecciones legislativas del 28 de octubre se justifica, en opinión del autor, por la necesidad de ofrecer una verdadera alternativa revolucionaria y democrática que resuelva los problemas más acuciantes de la sociedad española. Poner fin al continuismo franquista en todos los órdenes, terminar con la amenaza golpista y someter a consulta popular la cuestión de república o monarquía son algunos de los puntos programáticos.

El Partido Comunista de España marxista-leninista se presenta, con su propio programa y con candidaturas por 39 provincias, a estas elecciones generales. Aparentemente, este hecho parece no representar mayor importancia, sumergido (evidentemente por voluntad ajena) en los medios de comunicación por la avalancha de propaganda y de informaciones sobre los partidos parlamentarios. Sin embargo, nuestro partido tiene que decir muchas cosas a la clase obrera y al pueblo ante las elecciones, y vamos a decirlas.Existe en estos momentos en España toda una serie de problemas candentes y graves que exigen una solución rápida. Entre otros está el problema de la crisis económica y social, cuya manifestación más trágica es el paro, que afecta a millones de trabajadores; están también la pertenencia o no de España a la OTAN; la dominación sobre España del imperialismo norteamericano; la permanencia de bases militares norteamericanas en nuestro suelo; la colonización de Ceuta y Melilla; la pervivencia del fascismo y de franquistas en todos los organismos del Estado, incluidos la policía y el Ejército; la falta, la restricción o la represión de las libertades democráticas (expresión, organización, manifestación y huelga) para el pueblo, y también en el terreno sindical, en donde la patronal y los bonzos sindicales las vulneran repetidamente. Estas son tan sólo algunas de las cuestiones vitales cuya solución está pendiente en nuestro país,

Para el PCEml, estas elecciones, convocadas tras largos meses de crisis política del Gobierno y de su partido -UCD-, no tienen en modo alguno por objetivo resolver ninguno de los acuciantes problemas planteados hoy a todo nuestro pueblo. Su objetivo es el de tratar de buscar una salida a las graves contradicciones en el seno de las clases dominantes, y también a la contradiccion entre éstas y la mayoría del pueblo.

En estas condiciones, el PCEml se presenta a las.elecciones con su programa, que es una alternativa democrática-revolucionaria y antiimperialista para el momento actual y para dar solución inmediata a los problemas más apremiantes del conjunto de los pueblos de España.

Consideramos que en España no puede haber ni habrá un verdadero cambio a favor del pueblo sin poner fin al continuismo franquista en todos los órdenes y sin acabar con las causas fundamentales de la inestabilidad, de la crisis del régimen monárquico y con la permanente amenaza golpista. La cuestión de república o monarquía debe ser objeto de una verdadera consulta popular, con las necesarias garantías tras un período constituyente.

El paro, la carestía de la vida y el empeoramiento de las condiciones de vida y de trabajo del pueblo son consecuencia de la crisis del capitalismo y del imperialismo.

En el caso de España, un puñado de banqueros, de grandes industriales y financieros, entrelazados y subordinados a intereses extranjeros -sobre todo, norteamericanos-, monopolizan la propiedad de los principales recursos económicos y los explotan conel fin de obtener las máximas ganancias. Esta es la causa fundamental y determinante de la superexplotación del trabajo asalariado, de la ruina de los campesinos y de las pequeñas empresas, de las inversiones en los negocios más rentables; la mayoría de las veces, especulativos, improductivos y ajenos a las necesidades del pueblo. Esta es la causa de la escalada de los precios de primera necesidad, de las inversiones extranjeras opuestas a las necesidades del desarrollo de la economía nacional, de las importaciones innecesarias y ruinosas, de los desequilibrios entre unas regiones y otras, etcétera. Mientras continúe intacto el dominio económico y político de la oligarquía y del imperialismo en España es imposible ningún cambio, ninguna mejora en la situación social de las masas trabajadoras y del pueblo.

Por ello el PCEml plantea que es necesario aumentar los impuestos sobre las ganancias de los negocios oligárquicos, que se deben nacionalizar sus bancos, sus monopolios y las sociedades multinacionales. Y, por la misma razón, es necesaria la reforma agraria, la liquidación del poder de los latifundistas y caciques mediante la confiscación de sus tierras y la protección al campo y al campesino trabajador.

Igualmente consideramos que para poner fin al paro y a sus trágicas consecuencias para el pueblo trabajador la única alternativa es la reducción de la jornada laboral, la disminución de los ritmos de trabajo, la puesta en marcha de obras públicas y nuevas empresas con arreglo a las necesidades de la población y del conjunto de la economía, y no de intereses privados o extranjeros. Y junto con ello, el aumento del poder adquisitivo de los salarios, la escala móvil salarial, el control efectivo y riguroso de los precios de los artículos de primera necesidad y aumentar las inversiones de seguridad e higiene en las empresas.

Una alternativa revolucionaria
Si queremos asegurar la independencia nacional para España, también hay que denunciar inmediatamente los pactos bilaterales con Estados Unidos, con el objetivo de suprimir sus bases e instalaciones en nuestro suelo y para que salgan de aquí todas las fuerzas militares y civiles del imperialismo norteamericano. Igualmente, y simultáneamente, España debe salir de la OTAN, por ser éste un organismo imperialista de agresión y amenaza contra los pueblos del mundo.

Entre otras medidas democráticas-revolucionarias, el PCEml propone en su programa: la ilegalización de todas las bandas, grupos, partidos y formaciones fascistas y golpistas; la condena inmediata y efectiva de los golpistas del 23-F; la libertad inmediata para todos los militantes del PCEml que continúan encarcelados únicamente por voluntad del ministro Rosón, así como de los demás presos antifascistas; la liquidación de los restos coloniales; la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer; el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de las nacionalidades históricas; enseñanza obligatoria, laica y gratuita hasta los dieciséis años; apoyo a las familias modestas y adopción de medidas en los centros de enseñanza secundaria para permitir el acceso de sus hijos a la universidad; el desarrollo de una verdadera cultura al servicio del pueblo; la supresión de la colonización cultural y científica extranjera mediante la protección a nuestros intelectuales, artistas y científicos en todos los terrenos y el desarirollo de la tecnología y la investigación nacionales; el estricto control de los alimentos mediante comisiones ciudadanas, y severa vigilancia y castigo por cualquier atentado contra el medio ambiente; adopción de inmediatas medidas de castigo contra los que atentan contra la salud de la población o contra el bienestar público y el medio ambiente; la creación de un sistema único y público de Sanidad y Seguridad Social, así como otras medidas a favor del pueblo trabajador.

La decisión del PCEml de presentar listas de candidatos para el Congreso y de no apoyar ningún otro programa se basa, pues, en que el voto útil dirigido hacia el PSOE, en nuestra opinión, va a ser más corto o a medio plazo completamente inútil y, además, porque nuestro partido se basa no tanto en expectativas electoralistas, sino en la necesidad para el PCEml de ofrecer a las amplias masas trabajadoras una verdadera alternativa revolucionaria y democrática por la que luchar.

Por ello nuestro partido, sin contar con ningún apoyo financiero, se ha fijado como objetivo el dar a conocer lo más ampliamente su alternativa de cara a un futuro que nosotros esperamos no muy lejano y el reforzar la influencia e implantación del PCEml.

JOSE MONTON 18/10/1982

es cabeza de lista del PCEml para el Congreso por Madrid.

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